He aquí, Dios es el que me ayuda; El Señor está con los que sostienen mi vida.
Salmos 54:4
El salmista lo muestra a Dios identificándolo como quien le ayuda y señala que, así como lo ayuda a él, también ayuda a quienes lo ayudan. Una redundancia de palabras para dejar en claro que Dios es ayudador de los que hacen el bien.
Los que hacen el bien son los que valoran la vida de uno mismo y la de los demás. Hoy más que nunca con los tiempos que estamos pasando de cuarentena, de soledad, de extrema necesidad el bien que hagas, es el bien que te vuelve. No tal vez de a quién lo has hecho y si de Dios.
Dios es el creador, arquitecto, constructor, proveedor de la vida y dice en su palabra Mateo 10:30: “Y hasta los cabellos de vuestra cabeza están todos contados” y en Lucas 21:18: “Pero ni un cabello de vuestra cabeza perecerá”, y de esta forma muestra su meticuloso cuidado que tiene para con los mortales.Es a Dios quien señaló el Salmista que se iba a ocupar de las acciones buenas, para que puedan continuarse.
Una pregunta que viene bien responder en este día es: ¿Has hecho alguna acción buena? Esta puede ser llamar a alguien por teléfono que hace tiempo que no hablas, orar, perdonar, apoyar, hacer un favor si lo puedes hacer y bendecir aún a quien no se lo merezca.
Dios está viendo la acción y la intención. No te quedes con la intención. Ten acciones que muestren el bien que quieres hacer. Porque esa será tu recompensa, lo dice Romanos 2:6: “el cual pagará a cada uno conforme a sus obras”
Recuerda que la intención de este escrito es que tú también puedas decir: “He aquí Dios es quien me ayuda”.
Oración: Señor, hoy quiero expresarme haciendo el bien hacia mi prójimo. Ayúdame Señor a lograrlo. Te lo pido en el nombre de Jesús, amén.