“Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré”
Jeremías 29:12
Este versículo es una promesa de Dios que si bien el mismo termina con un condicionante de que Dios escuchará a quienes lo invocan y vienen a su presencia, es algo glorioso saber que Dios oirá nuestros ruegos, nuestras oraciones y nuestras palabras. Todas ellas representan lo mismo que se deben tomar en cuenta.
Es de sabios e inteligentes actuar de la forma en como Dios lo dice y lo quiere.
- Entonces: Representa el tiempo que hoy lo puede ser.
- Me: Representación del Dios único y verdadero de Abraham, Isaac y Jacob (Lucas 20:37), a quien uno se debe dirigir. No a otro dios.
- Invocar: Expresión de llamarlo a Dios para pedir ayuda y protección.
- Venir: Acción y dirección de buscar Su presencia, Su compañía, el lugar de Su morada, puede ser en donde estas tú.
- Orar: Es hablar con Dios contándole lo que te pasa.
Es un entonces único que no hay que desperdiciar dado los tiempos en que se viven.
Es un entonces en el que tú mismo lo puedes hacer si entiendes el valor que representa el que Dios escuche.
Es un entonces en el que al invocar a Dios podrás experimentar su existencia.
Es un entonces que hará motivar tu corazón a comprobar que Dios está por y para ti.
Es un entonces inigualable, por que nada se compara cuando sabes que Dios te escucha hasta la más íntima meditación de tu corazón.
Oración:
Dios, hoy quiero que esta palabra se cumpla en mí. Hoy quiero invocarte y buscarte sabiendo que me escuchas. Ayúdame a tener voluntad dispuesta, te lo pido en el nombre de Jesús, amén.